-->

domingo, 11 de septiembre de 2011

Debilucha II

¿A quién voy a engañar, idiota?
Que me da igual que el payaso ese esté buenísimo y que tenga 10 años de estudios de piano o de acordeón... Que sí, me pone, me atrae, pero no es TÚ.
Que es mentira que sea fuerte, que es todo una máscara, que no he podido escuchar wonderwall entera desde que la escuchaba pensando en ti, que la pongo y lloro sólo con el riff, que la tengo puesta ahora y no puedo parar y me da igual porque empiezo a sentir un placer en el dolor que me supone sentir lo que siento por ti y callarme... sin saber lo que tú piensas. Que solo pienso en que todo vuelva a ser como fue y que pongan la puta canción en el bar de siempre como aquel día, y que nos abracemos y no haga falta más, porque los dos sabremos lo que estamos pensando. Soy una débil otra vez, soy una patética, una arrastrada, una orgullosa que intenta hacer que está bien, que ha superado algo que ni siquiera sé si llegó a ser algo que superar...

Que no tengo pared ya, que no engaño a nadie, que eres mi puto wonderwall, que por más que queme la ciudad entera la pared quedará ahí, no la destruiría ni una bomba nuclear, porque eras la única luz que veía cuando todas se apagaban, fuiste la luz que me despertó del letargo y me hizo volver a ponerme en pie y caminar (literalmente además), y hacerme sentir otra vez el valor que tenía la vida. La misma luz que luego se apagó y me dejó sola en la oscuridad cuando más la necesitaba. No voy a engañar a nadie negando que mi wonderwall esté llena de ti.

A quién voy a engañar si cuando estaba con él sólo pensaba en cómo te sentirías tú...
¿Por qué coños no podemos ser putos adultos de una vez?
¿Por qué cojones te da tanto miedo? ¿Por qué? ¿Por qué?

Si me echas, échame ya y si no, déjame entrar. Porque yo no soy capaz de echarte, mierda.

No hay comentarios :