Sueños cabrones (o cómo vi llegar el final)

Sueños cabrones. Café. Nubes. Lengua y Literatura. E-mails. Sucesos paranormales. Frío.

La lluvia ya no está. Sale el sol, pero es mentira. Me da igual que el cielo esté azul. Porque el cielo está azul. Pero es mentira.

Quiero pintarte y luego romperte. O estrujarte. Mucho. Muchas veces. En una bola diminuta. Y tirarte. Pero hoy no me da tiempo.

Café frío.

No soy cómo pensabas. No soy fuerte, ni decidida, ni inteligente. Nada, nada fuerte. Eso es mentira.

Más literatura, y Lengua, y viejos, jóvenes, sexo... Y lo rosa está seco. Es mi culpa. Está abierto, seco, ha muerto. Mi culpa. Lo sabía y me dio igual. Ya no existe. Todo se volverá verde o amarillo. Pero da igual. A mí me gustaba rosa, pero da igual; tengo muchos rotuladores.

Sueño. Piiiiip. Café recalentado. Mundo recalentado. Radio. Humanos que dan asco.

No soy una canción de Chevelle. Soy de los Adelita's Way. Las de los Three son tan armónicas... Pero yo no. Fácil pero peor. Fácil y peor.

Headfirst for Halos, sí; lo demás, no. Confusión. No lo quiero escuchar más. Decepción, decepción, decepción. Todo es decepción. Tú eres decepción. Mierda, mierda. Think happy thoughts, think happy thoughts...

La cafetería de debajo de casa, tú, yo, una cocacola, un nestea, un examen, un parto, un sms... Recuerdos. Encuentros. Conexiones. Felicidad. Tú, yo. Conexiones de verdad. Tú de verdad. Yo de verdad. Libros, muchos libros. Humanos que no dan asco. Libros que cuentan mentiras. Distimia. Coches que no se encienden.

Pero después...

Criaturas del bosque. Criaturas malditas que son humanos buenos, pero son criaturas. Recuerdos que parecen sueños cabrones. Realidades que parecen sueños cabrones. Y más criaturas del bosque.

Tú eres una criatura del bosque, pero no lo sabes. No, tú no, él. Tú diste a luz. Tú ya lo sabes. Es él, ya le conoces.

Café frío, otra vez...

Escrito el 22 de febrero (día antes del "fin"), a las 10:20 a.m.

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