Hundiéndome

Ahora te diré lo que yo he hecho por ti,

cincuenta mil lágrimas he llorado.

Gritando, engañada, sangrando por ti,

y tú... ni siquiera me escuchas.

Hundiéndome...

No quiero tu mano esta vez, me salvaré sola.

Quizás despierte por una vez

sin atormentarme a diario, derrotada por ti...

justo cuando pensaba que había tocado fondo.

Estoy muriendo de nuevo...

Me estoy hundiendo, ahogándome en ti...

Estoy cayendo para siempre. Tengo que salir...

Estoy hundiéndome.

Borrosas y conmovedoras son la verdad y las mentiras,

así que no sé lo qué es real y lo que no,

ya no sé lo que es real y lo que no...

Siempre confundiendo los pensamientos en mi cabeza...

Así ya no puedo confiar más en mí misma...

Estoy muriendo de nuevo...

Me estoy hundiendo, ahogándome en ti.

Estoy eternamente cayendo, tengo que salir...

Estoy...

Así que sigue y grita,

¡Grítame! Estoy tan lejos...

No me romperé otra vez...

Tengo que respirar, no puedo seguir hundiéndome...

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Esta canción que ya me era indiferente de todo lo que la escuché en su día en los medios, me volvió a conquistar ayer tarde. Y ponerme a gritarla cuando estaba a punto de entrar en fase, me ayudó CASI tanto como meterle una hostia al Hobbit en la cara con todas las ganas. Y pienso seguir, pienso seguir hasta que me salga entera. Es increíble cómo llegas a notas que normalmente no llegas cuando sientes lo que dices.

Aquí os la dejo, para que la escuchéis por billonésima vez.

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